Todas las personas pasan por momentos difíciles o adversos, y aunque es imposible evitar que los problemas lleguen, es necesario recordar que Dios sigue estando allí en medio de la tormenta.
Dios sabía que todos los seres humanos iban a tener momentos duros en su vida, circunstancias que le golpearían haciéndole sentir desanimado y sin ganas de continuar.
En esos momentos difíciles Dios desea recordarle a las personas que está con ellos y que no les ha dejado solos. Es por ello que a través de su Palabra se encuentran expresadas las promesas más hermosas y necesarias para tomar ánimo y recobrar el aliento.
«No temas»
No se debe tener miedo cuando Dios está en medio del asunto. Si Él está allí, no debe haber temor porque todo va a salir bien.
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia», Isaías 41:10.
«Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia tiemblen los montes. *Selah», Salmos 46:1-3.
¡Ten Ánimo!
Ser hijo de Dios es el principal motivo para recobrar el valor. Recordar que el Señor es quien da la fuerza y fortaleza para seguir adelante es un gran activador para esto.
«Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará», Deuteronomio 31:6.
«Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan», Salmos 31:24.
«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo», Juan 16:33.
Recobra el aliento
Hay que avanzar, levantarse del suelo y sacudirse el polvo de las circunstancias adversas, para poder caminar tomados de la mano de Dios.
«Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová», Salmos 27:14.
«Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra», 2 Crónicas 15:7.
«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece», Filipenses 4:13.
Dios es quien te defiende
Aunque las pruebas sean duras, Dios ha prometido que estaría ahí para ayudar a sus hijos, por eso basta ya de pelear en las fuerzas propias para que sea Dios quien actúe.
«Nuestro Dios es bondadoso y cuida de los que en él confían. En momentos de angustia, él nos brinda protección», Nahum 1:7.
«Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. *Selah», Salmos 32:7.
«Por eso, podemos repetir con toda confianza lo que dice la Biblia: «No tengo miedo. Nadie puede hacerme daño porque Dios me ayuda», Hebreos 13:6.
«Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado», Salmos 18:35-36.
Dios es fiel y su Palabra es verdadera, por tanto cuando el desánimo y el desaliento lleguen a afectar las vidas, es necesario recordar todas sus promesas.
Fuente:bibliatodo.com