Cuando observamos la vida de oración de nuestro Señor Jesús, notamos la intensidad con que Él oraba. El Nuevo Testamento dice que, en Getsemaní, Él clamó a gran voz; que en la intensidad de su súplica, cayó de bruces en el terreno húmedo del huerto; que rogó hasta que su sudor era “como gotas de sangre” (Lucas 22: 44).
La Biblia dice que el único mediador entre Dios y el hombre es Jesucristo. Los cristianos evangélicos le conocemos y oramos en su nombre. De ahí que entendemos, que nuestras oraciones son dirigidas conforme a la voluntad de Dios.
Al igual que el mes pasado, durante todos los sábados del mes de junio, se mantiene la Cadena de oración en Casa de 08:00 horas a 20:00 horas, con todo el núcleo familiar.
Además, se recuerda la oración diaria de las 21:00 horas, clamando a Dios por sus misericordias, no anteponiendo nuestra voluntad por encima de la voluntad de Dios.
No le diga a Dios lo que tiene que hacer. Más bien, aprendamos la difícil lección de orar como oró el mismísimo Hijo de Dios sin pecado: “No se cumpla mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).
Las iglesias evangélicas pertenecientes a la Unión de Iglesias Pentecostales de Chile se unen a esta bendita hora de oración desde casa.