1 La actitud de tu corazón
Dios valora tus actos solo cuando reflejan lo mismo en tu interior. Todo lo que hagamos debe ir acompañado de una sincera y pura expresión de nuestro corazón. Delante de Dios no podemos pretender “venderle una imagen”, tratar de que vea que en verdad somos piadosos. El Señor se complace con la sinceridad y la transparencia de nuestro corazón.
Cuando Samuel buscaba el próximo rey de Israel se dirigió a la casa de Isaí padre de David, y observó uno de los hermanos mayores que parecía “apto” para ser rey según la imagen y el juicio de Samuel, era alto y tenía una apariencia interesante a los ojos de los hombres, pero Dios tenía otra opinión, veamos la opinión de Dios y conozcamos que cosas son valoradas por Él:
1 Samuel 16:7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.
- La fe
Hebreos 11:6 tiene que ser nuestra guía en esto “Sin fe es imposible agradar a Dios” creer en su palabra es fundamental, tomarla en serio, con la reverencia que las palabras de Dios se merecen.
- El agradecimiento
Ser agradecidos demuestra un buen corazón, es reconocer que el nos dio la vida eterna, que de él procede toda buena dádiva y todo don perfecto, reconocer que si recibimos algo bueno, es porque Dios nos abrió la puerta. De lo contrario, sería arrogancia de nuestra parte. Dar gracias es una actitud preciada a los ojos de Dios. Ser agradecidos es reconocer que Él fue y es mucho más bondadoso con nosotros de lo que merecíamos. 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.
Fuente:bibliatodo.com