Por Bethania Véjar Catalán / Profesora Educación General Básica
Cuando estamos próximos a comenzar un nuevo año escolar, donde se encontrarán y reencontrarán maestros y alumnos, cobran relevancia las palabras dichas por el “Maestro de los Maestros” a sus discípulos, quien señala que el “Discípulo no es mayor que su Maestro”, aunque en el correr del tiempo, muchos de estos estudiantes alcancen diversos grados académicos, tales como Postítulos, Maestrías, Doctorados, entre otros títulos, no podrán olvidar que hubo un maestro que les enseñó sus primeros pasos, sus primeras letras, entre tantas otras cosas, sin las cuales, no serían lo que son hoy.
Al iniciarse una nueva etapa académica, se sucederán un sinfín de cosas, muchos serán los que por primera vez asistan a las aulas, que se encuentren con ese Maestro o Maestra que les guiarán en sus primeros pasos, en este caminar educativo; otros se reencontrarán con sus Maestros y compañeros de aula, para seguir la senda del aprendizaje, otros experimentarán el paso de la niñez a la adolescencia, dejando la compañía de sus maestros de educación básica, iniciando así, un aprendizaje más individual, y por último, los que comenzarán una etapa más individualista al iniciar una enseñanza superior, buscando forjar un destino que contribuya a su bienestar personal y familiar.
Al hacer esta reflexión de la vida educativa, aún más relevancia debieran tener las palabras del Maestro, para aquellos que hoy hemos logrado muchas cosas, en lo espiritual y en lo material, que deberán estar presentes en nuestros corazones: que nunca seremos más que nuestro Maestro.
Para Dios honra y gloria