Tips educativos | “El amor” por Bethania Vejar

A un par de meses de culminar un nuevo año son muchos los pensamientos que surgen en nuestras mentes, ya sean pensamientos de satisfacción por todo lo logrado en este año, o pensamientos de tristeza por aquellas situaciones que no resultaron como uno esperaba.

A medida que avanzan los días siempre son muchos los pensamientos que nos embargan, los que van armando nuestro caminar y delimitando si las situaciones que nos suceden son buenas no malas para nosotros.

Nuestro Señor Jesucristo tuvo que vivenciar diversas situaciones para poder dejarnos enseñanzas de como vivir el día a día. En ocasiones tendemos a pensar que todo es maravilloso, que nada nos puede derrumbar, como también suele ocurrir lo contrario, todo es malo y negativo. Nuestro Maestro nos enseña que hay situaciones que son necesario vivirlas, que las cosas no nos pasan por ser buenos o malos, sino que deben suceder para prepararnos para algo venidero.

Al remontarnos al tiempo de Jesús, y recordar la parábola del Buen Samaritano, podemos observar el amor de Dios hacia el próximo, en una época donde era mal mirado el compartir entre samaritanos y judíos. Cuantas veces nosotros mismos vivenciamos situaciones donde podemos actuar como este samaritano y demostrar el amor de Dios en nuestras vidas, pero no siempre optamos ese camino, sino que seguimos el camino sin mirar hacia el lado y pensamos que no debemos intervenir o muchas veces juzgamos sin conocer el motivo que ha llevado a aquella persona a estar en determinada situación.

Dios nos llama a aprender de su amor para con todos, no a opinar y juzgar sobre lo que ocurre en nuestro rededor, nos llamó para amar a nuestro próximo, como cita el texto en Juan 13:34-35 “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”. Nosotros sabemos que este mandamiento es complejo, porque no delimita un cierto tipo de persona, que sólo sean nuestros hermanos en la fe, nuestra familia o nuestros amigos, dice que debe ser “unos a otros”, o sea, todas las personas.

En las escuelas, colegios, liceos, universidades, e incluso trabajos, suelen presentarse situaciones donde se nos hace difícil cumplir este mandamiento, por variados motivos. Lo que no significa tampoco que estemos abrazados y llenando de besos a todo el mundo, pero si que respetemos. Tal vez alguien esté pensando: Pero a mí no me respetan, me molestan, me menoscaban, me desprecian, buscan humillarme, esperan que me enoje para sacar algo en cara… entre tantas otras cosas, pero sabe hermano o hermana que está leyendo este tips educativo, quizás la mayor enseñanza que nos deja nuestro Maestro en estas situaciones, es demostrar amor, y no solo mostrar aquello, también nos enseña en el libro de Mateo capítulo 15 que “…no todo lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre…” siendo esas palabras consultadas por quienes escucharon a Jesús y el les responde que “¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.”

Lo cito completo porque es necesario comprender que debemos intentar cuidar nuestras respuestas, no es fácil cuando se tiene un carácter más fuerte o nuestro “genio” no es el mejor, pero aún así, con la ayuda del Señor se puede lograr. Además, si por algún motivo solemos responder mal o tenemos malos pensamientos debemos examinarnos nosotros mismos, buscar la causa de aquello, orar a Dios para que quite aquello de nuestra vida. Ya que como dice nuestro Señor, los malos pensamientos surgen desde el corazón, y desde el corazón emana la vida. Intentemos que nuestra vida que nuestro corazón sean de bien, no dejemos que las malas situaciones lo contaminen y hagan que perdamos la bendición, y más aún, a menos de 100 días de culminar este año.

Para Dios, Honra y Gloria.


Por Bethania Vejar Catalán / Coordinadora Comunicaciones Sector 25

Profesora Educación General Básica

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