Los términos de semestre nunca son sencillos, siempre son momentos de mucha tensión y actividades que realizar. Para algunos es al fin el inicio de un descanso (vacaciones), para otros es la culminación de un ciclo, y también queda un porcentaje, con un gusto a preocupación y tristeza, por no saber si aprobaron algún ramo o sencillamente por reprobar un curso.
Cuando estamos en los caminos del Señor, estas cosas siempre sucederán, no quiere decir que por seguir a Jesús jamás reprobaré, tendré un rojo o repetiré, lo que si cambia al estar con Dios, es nuestra perspectiva frente a aquellas situaciones y cómo se lo demostramos al mundo. El aprobar no siempre es algo positivo o reprobar algo negativo, muchos pueden pensar que eso es un error, pero en el caminar, observamos que a muchos jóvenes, el estudio no ayuda mucho al área espiritual y suelen alejarse de los caminos de Dios, pero a la vez, existe un grupo que sabe lidiar con esos nuevos conocimientos y logra aplicarlos para engrandecer el nombre de Dios. También algunos reprueban y ya no tienen fe, pero al dar el curso nuevamente, se percatan que fue algo necesario, que el Señor tenía un propósito con eso y suelen aprobar con mayor distinción, manejo de información y con una bendición mayor.
No siempre el ganar o el tener es sinónimo de bendición. Cuando observamos y nos vamos interiorizando sobre la vida de Jesús, podemos observar que en ocaciones el perder, es para bendición futura. Nuestro Señor Jesucristo, perdió su vida en el madero de cruz para darnos salvación y vida eterna, él pudo haber dicho “NO”, pero su amor fue más grande por nosotros, que decidió beber esa copa amarga y sufrir en el monte del calvario.
Cuando observamos a la mujer que “perdió y desperdició” ese perfume carísimo (así lo dice la escritura) de alabastro a los pies del Maestro, según lo que observó y murmuró la multitud, ella ganó más bendición por parte del Señor por su acto, también, al recordar a aquella viuda, quien dió lo único que tenía, dos blancas, ella perdía todo lo que tenía en ese momento, más nuestro Señor Jesucristo la enaltece y señala que es la mujer más bendecida, en comparación a quienes dieron mayor cantidad de dinero, pero, en el caso de ellos, eran las sobras.
Nos cuesta muchas veces pensar que el perder algo es bueno, cuando se reprueba un ramo o se repite un curso, siempre pensamos en que estamos perdiendo tiempo y dinero, no pensamos que tenemos una segunda (o en algunos casos tercera o quizás más…) oportunidad para mejorar, ser más maduros, e incluso, darnos cuenta que de algo nos ha librado el Señor con permitir que no nos vaya muy bien en aquel momento. Lo importante, es poder dejar todo en las manos de Dios, y él hará conforme a su voluntad en nosotros, dejando que estemos en el lugar preciso, en el momento indicado, para que sigamos mostrando al mundo, que nuestro Señor Jesucristo está con nosotros, en los “buenos y malos” momentos que estamos pasando.
Para Dios, honra y gloria.
Corresponsal Bethania Vejar / IMPCH Barrio Prat, Punta Arenas