“Sirvo a un Dios de milagros” Testimonio hermana Elena Valdebenito, Iglesia de Coelemu

Queridos hermanos (as) quisiera contar este Testimonio de Sanidad de mi Madre.

Fue un proceso duro que vivimos como familia, pero que gracias a la Misericordia de Dios,  a su gran Amor y Poder hoy podemos decir con más certeza y fuerza que nunca, que yo Sirvo a un Dios de Milagros.

El 04 de Agosto de 2014 mi madre se enfermó, todo comenzó con un simple resfriado. La llevamos varias veces al hospital de Coelemu, el diagnóstico seguía siendo un resfriado, le daban medicamentos y hacer reposo, hasta que mi mamá se puso muy grave. La llevamos nuevamente al hospital de Coelemu donde  la trasladaron de urgencia al hospital de Chillán. En Chillán le diagnosticaron de neumonía, pasamos momentos difíciles, pero Dios siempre estuvo con nosotros.

Al día siguiente fuimos a visitarla y nos encontramos con la sorpresa que mi mamá ya no estaba en Chillán, había sido trasladada al Hospital de Curicó; fue difícil, nos angustiamos, no sabíamos nada de mi Madre, no conocíamos Curicó, mucho menos a nadie de allá, sin embargo tomamos la decisión de irnos a aquella cuidad por mi Madre pero siempre confiando en que Dios sería con nosotros en todo momento.

Llegando allá, dejaron entrar a una sola persona, fue mi hermano mayor quien entró a verla; cuando salió, lloraba en forma desesperada, diciendo que mi mamá se iba a morir, le habían dicho que no pasaría la noche, esta fue la noche más larga de nuestras vidas. Para sorpresa de muchos, mi madre pasó esa noche, sin embargo, los días siguientes fueron complicados, aún existía el riesgo de que no sobreviviera.

Independiente del momento difícil que estábamos pasando como familia, Dios en medio de la tormenta, nos demostró su Amor y Fidelidad; Él se preocupó de los más íntimo, de todo lo necesario, llegamos a un lugar  donde no conocíamos a nadie, llegamos con lo puesto. Dios puso personas a nuestro alrededor, nos proveyó de un hogar, alimentos, nos dio vestuario, tantas cosas que solo fueron muestra de su Gran amor, de hacernos sentir que no estábamos solos, que Él estaba Ahí y seguiría con nosotros en todo lo que estábamos viviendo.

El doctor nos explicaba que el pulmón se compone de agua y oxígeno, sin embargo el pulmón de mi mamá estaba lleno de líquido y una parte superior el oxígeno, ella llegó saturando 35%, todo pulmón que respira bien satura al 95% – 100%. Estuvo conectada a máquinas, a un ventilador mecánico, con muchas mangueras, postrada, en un coma inducido por dos meses, tratando de salvarle la vida.

Dios comenzó hacer un milagro, mi madre comenzó a recuperarse, poco a poco, los médicos y el personal médico nos decían que estaban sorprendidos, asombrados  por la recuperación que iba teniendo mi madre. Cómo no alabar  a este Dios tan grande.

Cuando mi madre ya estaba más recuperada, fuera de peligro, la llevaron de regreso al hospital de Chillán; al estar tanto tiempo postrada, sus músculos ya estaban fatigados, por lo que tuvo que prácticamente aprender a caminar de nuevo. Los médicos dijeron que mínimo en un año comenzaría a camina con normalidad, sin embargo Dios tenía otros planes, porque nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios. Mi Pastor Alberto Opazo Sanhueza de la IMPCH Coelemu, movido por el Espíritu Santo, llego a Chillán a visitar a mi madre, luego de conversar un momento,  la ungió; mientras era ungida, mi mamá sintió que por su cuerpo corría un fuego, ella sentía como iba recuperando fuerzas y lo único que ella quería era que llegara el doctor para que viera que si podía caminar (esto nos lo contó después). Mi mamá emocionada decía, “Yo sé que puedo caminar”, mi hermano la levantó de la cama y YA ESTABA CAMINANDO.

Hoy doy testimonio de que Dios existe, que Dios sana, que su Poder no ha cambiado es el mismo de ayer,  yo lo viví, yo vi la misericordia de Dios en este tremendo proceso, fueron meses duros, pero Dios siempre tiene la última palabra, cuando dejamos que sea Él el que actué y depositamos en Él nuestra confianza, Él Obra y su Obra es Perfecta. Mi Dios es un Dios de milagros, Él tiene pulmones nuevos, riñones nuevos, corazón nuevo, Él puede hacer todas las cosas nuevas, porque Él nos formó, Él nos creó.

Testimonio de sanidad de la hermana Elena Valdebenito y compartido por su hija  Carolina Álvarez Valdebenito de la IMPCH Coelemu

Corresponsales: Yuvitza Ortiz Orellana

Ester Valdebenito Rodríguez

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