La mayoría de las personas consideran que su vida gira entorno a las metas personales que puedan tener (ser profesional, formar una familia, adquirir una casa o establecer un negocio).
Pero la verdad es que todas las personas comparten sin saberlo un mismo sentido y propósito de vida, el cual es servir a otros.
Todos somos siervos
Un siervo es aquel que se somete a la voluntad de alguien que representa para él una autoridad; es aquella persona que se humilla y es obediente a la voz de su Señor.
De alguna manera u otra siempre se sirve o se trabaja para alguien más. Esto se cumple tanto en la vida secular como espiritual.
Toda persona está bajo una autoridad terrenal a quien debe rendir cuentas (en la calle, en el trabajo, escuela o inclusive dentro de casa) siempre hay alguien cuya autoridad está por encima.
«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos», Marcos 10:45.
No se trata de los intereses personales
Es normal que el ser humano quiera alcanzar sus propias metas, pero qué sentido tendría alcanzarlas si no se está sirviendo a otros por medio de ellas.
No se puede luchar por alcanzar solo los intereses personales, ¿Qué caso tendría vivir solo para beneficiarse así mismo, habiendo tantas personas necesitadas en el mundo?
«Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra», Colosenses 3:2.
Aprovecha tu tiempo
Se debe entender que esta vida es pasajera, y aunque por mucho que el hombre se esfuerce, tarde o temprano tendrá que abandonar esta tierra.
Si es larga o corta esta vida no se sabe, pero lo más importante es que se pueda aprovechar cada momento para servir a otros.
«Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura», 1 Crónicas 29:15.
Se imprescindible para otros
Cuando sirves a otros marcas huellas que no se borran jamás; existe un dicho que dice: «no vivas para que tu presencia se sienta; sino para que tu ausencia se note».
Hay personas que simplemente «viven» para complacerse así mismos, pero la verdad es que no han logrado que su vida tenga un verdadero propósito.
«Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos», Lucas 17:10.
Fuente: bibliatodo.com