Semblanza hermana Angélica Cabrera Mendoza, madre de hermano Pablo Villouta, en la presencia De Dios

Nació en Santiago el 11 de noviembre del año 1951. Desde pequeña abrazó la fe de Cristo, encontrando siempre paz y refugio en su Salvador. Durante su infancia participa junto a su madre en un culto sencillo, siendo su primer pastor quien fuera nuestro Obispo Manuel Umaña Salinas. En su juventud adquirió un banjo, instrumento musical que tocó con amor hasta el final de su carrera.

A los 18 años contrae matrimonio con el hermano Luis Villouta Bustos, joven atento y respetuoso, también corista de la Iglesia. Siempre permanecieron unidos, a tiempo completo, aún frente a la adversidades de la vida, confiando que en todo tiempo Dios estaba con ellos. Esta bendición duró por más de 50 años de matrimonio.

Madre de dos hijos: Su hijo mayor Pablo y su hijo menor Gerald, quien partió muy joven a la presencia de Dios. Fiel consejera de su nuera Any y dedicada totalmente a sus amadas nietas Camila y Martina.

Su carrera en el evangelio la desarrolló siempre con amor, amiga de sus amigas, amorosa, atenta y preocupada por quienes le rodeaban. En la Catedral Evangélica de Santiago la hermana Angélica integró la Clase San Manuel, Clase Martínez de Rozas , fue miembro del Coro de Grabación en Coros Unidos y profesora de Escuela Dominical.  Asimismo, participó en la Iglesia de El Tabo junto a sus pastores Elías y Rachel. Actualmente, era miembro activa en la Catedral Evangélica de Maipú, junto a sus queridos hermanos de Clase La Estrella.

Hoy, 31 de marzo de 2021, parte a la presencia de Dios una cristiana íntegra, que guardaba la esperanza gloriosa en su corazón de su encuentro con Su Salvador.

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” 2ª Timoteo 4:7-8

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