Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37)
Cuando aceptamos Cristo como nuestro Salvador, tomamos un gran compromiso de desechar viejos hábitos y huir de las tentaciones a la cuales estuvimos atados cuando vivíamos en el pecado.
El Señor nos recuerda en su palabra que “El peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Éxodo 14:14). Estas palabras declamó Moisés cuando el pueblo de Israel huía de Egipto.
Cristo nos ha llamado a permanecer tranquilos y calmados mientras confiamos en el Señor en medio de situaciones estresantes, cuando el mundo quiere oprimirnos estemos confiados en Jehová y el poder de sus fuerzas. “…Resistid al diablo y el huirá de vosotros”. (Santiago 4:7)
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Salmos 46:10). Estemos tranquilos y reconozcamos que sin Dios, somos débiles.
Podemos confiar en que el Señor cumplirá su promesa de cuidarnos. Aprendamos a estar tranquilos.
Fuente: bibliatodo.com