El día sábado 07 de Julio del año presente, la IMPCH La Granja Sanita, tuvo la bendición de recibir a parte de los jóvenes y señoritas que componen nuestro Sector N°7.
Se comenzó con un punto de predicación a las 16:00 Hrs. Con una asistencia de 130 jóvenes y señoritas. Luego, se inició el servicio especial de JUMEP, con el himno 348 “Va mi Barca” junto a la coordinación de la hna. Soledad Riquelme, integrante de nuestra iglesia. Posteriormente se le concedió la oportunidad de alabar y bendecir el nombre de Dios al Coro JUMEP, quienes entonaron la alabanza “Dios es Fiel”. Es por medio de esta alabanza que la presencia de Dios se comienza a manifestar en medio de nuestros hermanos. Siguiendo con esta fiesta espiritual, con himnos especial, el grupo de adoración acrecentó la comunión entre nuestros hermanos.
Con los saludos de nuestros pastores Manuel Tapia C., y Ana Pacheco P., pastores dueños de casa y quienes también son pastores asesores de JUMEP y en el mismo espíritu de alegría, de regocijo se dio paso a lo más importante en todo servicio espiritual, a la palabra de Dios.
En esta ocasión, la bendición de entregar el mensaje de Dios estuvo a cargo del Hno. Oscar Pichilaf Segura, integrante de la IMPCH Lampa. El mensaje se encontró en Genesis Cap. 49 Vers. 22 al 26, en el cual por medio de diferentes citas bíblicas, el Señor no insta a que ¡Aguantes!, como aguantó José tras la calumnia que hizo la mujer de Potifar, como lo hizo Moisés en el desierto, como aguantó Job en la aflicción. Así como ellos tuvieron que aguantar, para ver la bendición de Dios en ellos.
Renovadas fueron las fuerzas y el ánimo de nuestros hermanos, que continuamos con el servicio. Con la alabanza “Gloria, Aleluya” y el saludo de nuestros pastores, se les entregó un presente a cada matrimonio pastoral que se dio cita en este día y tuvieron la cordialidad de poder estar presentes en tan importante evento.
Agradecidos de Dios por lo grande e inmenso de su amor y misericordia, por su majestuosa presencia en este día, damos término a este servicio. Todos juntos, en unánime se entonó la alabanza “Razón de Mi Vida”, para terminar este culto.
Agradecemos a nuestro padre celestial, por aquel día en que nos obsequió un hermoso día para predicar su palabra y para congregarnos todos como hermanos y así todos juntos, alabar, bendecir y agradecer su nombre por tan inmensurable amor.
Redacción: Dámaris Pezo López | Fotografías: Luis Cárdenas Soto Comunicaciones IMPCH