Hoy Dios nos ha permitido despertar. Es decir, abrimos los ojos, volvemos a la conciencia de estar en este mundo.
Cuando nos despertamos, nuestros sentidos se abren de nuevo y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos regala para que podamos ser felices.
A pesar de haber recibido este hermoso regalo de Dios, no siempre nos despertemos sintiéndonos afortunados de tener una nueva oportunidad en esta tierra; sucede que muchos de nosotros nos hemos quedamos estancados en los lamentos, en los sufrimientos tanto del pasado como del futuro.
Algunos hemos estado tan centrados en nuestros problemas que hemos olvidado que otros alrededor también pasan situaciones difíciles y en ocasiones más fuertes que las nuestras. Por eso, mira a tu entorno y agradece a Dios por todo lo que te ha dado.
Cada día es una prueba de su Amor
Despertar cada día es tomar conciencia de este presente, de este momento en el que somos amados por Dios, que nos ama con amor eterno, y descubrimos que todo es don de Dios, que todo es prueba de su amor.
Las misericordias de Dios se renuevan todas mañanas y cada día podemos contemplar su fidelidad para con nosotros, así que, si has olvidado que cada día es un regalo del Señor, hoy te recuerdo que tienes un obsequio muy valioso en tus manos, la vida. No la desaproveches y vive cada día con la certeza de que Dios te ama.
Al iniciar este nuevo día, festeja con alegría, porque realmente es un día hermoso en toda su grandeza con todo su esplendor; En este nuevo día, despierta con amor y descubre en todos los eventos de las próximas horas el cuidado de Dios por ti y el milagro de estar vivo.
«Hagamos fiesta en este día, porque en un día como este Dios actuó en nuestro favor», Salmo 118: 24.
Fuente: Bibliatodo.com