Definición de Cautividad: Privación de la libertad en manos del enemigo. La cautividad trae graves consecuencias: Encarcelamiento, confinamiento.
Cautividad Física
Setenta años de Cautividad
En Jeremías 25:1-3:
“Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual era el año primero de Nabucodonosor rey de Babilonia; la cual habló el profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los moradores de Jerusalén, diciendo: Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son veintitrés años, ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero no oísteis”.
Nos habla del motivo porque Dios permitió que el pueblo fuera tomado cautivo por los Babilonios, el castigo infringido por Dios. Él quería que el pueblo entendiera y alcanzase un progreso moral ya que se habían alejado de su Dios y no oían la voz de los profetas.
En Números 31:9
“Los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes”.
Este pueblo había inducido a los Israelitas a la idolatría e inmoralidad; Dios había prohibido a Israel a adorar a otros dioses.
En Jueces 18:30
“Y los hijos de Dan levantaron para sí la imagen de talla; y Jonatán hijo de Gersón, hijo de Moisés, él y sus hijos fueron sacerdotes en la tribu de Dan, hasta el día del cautiverio de la tierra”.
Ocurrió que la tribu de Dan robó los ídolos de Micaía y los situó en Lais. Aunque los danitas realmente negaban a Dios al adorar imágenes, ellos pensaban que adoraban a Dios mediante sus imágenes.
Cautividad Espiritual
En Romanos 7:23 nos dice:
“Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”.
Aquí vemos la influencia que tiene y ejerce el enemigo sobre nosotros, una lucha interna entre el deseo de obedecer a Dios y el de la carne de ir en pos de propio camino.
En San Lucas 4:18:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”;
El vino a dar libertad a los cautivos, libertad de ataduras, queriendo decir que estábamos presos y esclavos de nuestros propios pecados, ya sea opresión, torturas, vicios, idolatría etc.
En Efesios 4:8:
“Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad”.
El apóstol Pablo usa esta figura para enseñar que Cristo, en su crucifixión y resurrección, obtuvo la victoria sobre Satanás.
También, en Efesios 4:22-24:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Nos dice que nuestra vieja manera de vivir, la que teníamos antes de que creyéramos en Cristo, es cosa del pasado. Debemos dejarla atrás como ropa vieja que necesita desecharse. Esto es tanto una decisión que hacemos para toda la vida cuando decidimos aceptar el regalo de salvación que Cristo nos da.
Por Pastor Nelson Oyarzún Vergara | IMPCH San Rafael, Sector 14.