El poder del perdón como estilo de vida

La actitud de pedir perdón y perdonar es una actitud que sana, libera y restaura poderosamente.

Necesitamos el poder del perdón para obtener la paz que necesitamos en nuestra vida.

Los seres humanos vivimos muchas circunstancias en la vida y nos vemos frecuentemente inmersos en dramas y emociones que alteran nuestra vida y nos afectan en muchas áreas.

Las ofensas son vectores venenosos que atacan a una persona y depositan en ella una cantidad de frustración, rechazo, rencor, dolor y venganza. Si ese veneno no es sacado del sistema emocional de la persona herida; esa persona va a ser influenciada por esos sentimientos negativos que la van a conducir a rebelarse y prepararse para una venganza o para una depresión severa.

Santiago 3:2 «Todos ofendemos muchas veces…»

Mateo 6:14-15 «Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas».

Él vino a enseñarnos a perdonar incondicionalmente y hasta la muerte. Por tanto, necesitamos decidir imitarlo a él para que nuestra vida se fortalezca y maduremos espiritualmente. No es fácil, pero es posible. Por eso la palabra de Dios nos dice: «todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).

Si necesitas el poder del perdón, comienza por pedirle perdón a Dios por haber guardado rencor y haber endurecido tu corazón. Hay cosas muy difíciles de perdonar, no obstante, el mandato es incondicional, porque es la única forma de obtener la paz que necesitamos. Una vez que estamos libres del rencor, podremos lidiar con los problemas de una manera diferente, más edificante.

Toma la decisión hoy mismo de vivir una actitud perdonadora con tu pareja. No cuestiones más su naturaleza imperfecta. Toma la decisión de conectarte a Dios, perdonar a la manera de Dios y obtendrás la paz a la manera de Dios.

¡Hazlo pronto! Entre más pronto saques el veneno del sistema, más pronto recibirás la paz y la prosperidad que anhelas.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado, ¡Cuídalo!

 

Fuente: bibliatodo.com

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