Significado y origen de su nombre: Se cree que la forma original pudo ser “Merib-baal”, tal vez “Baal es abogado” (1 Crónicas 8:34; 9:40) o “héroe de Saal”. Esta forma transicional fue modificada más todavía, tal vez, por el reemplazo de “baal” a “boset”, que quiere decir “vergüenza”. Este reemplazo del nombre, pudo ser a que no contuviera la expresión “baal”, que era idolatría entre los hebreos.
Procedencia y Origen familiar: Mefiboset, pertenecía a la línea sanguínea del rey Saúl. Pero no se refiere al hijo que tuvo Saúl con su concubina Rizpa que se señala en 2 Samuel 21:8. Se refiere al nieto de Saúl, hijo de Jonatán. La biblia hace referencia más veces a Mefiboset, nieto de Saúl, que a Mefiboset, hijo de Saúl.
Vida y obra de Mefiboset: Los pasajes bíblicos que relatan una parte breve de la vida de Mefiboset, se encuentran específicamente en 2 Samuel.
Mefiboset aparece en la biblia, como parte de la genealogía de Saúl, mencionada en las Crónicas. Hijo de Jonatán y nieto de Saúl, que a su edad de 5 años, mientras era cuidado por su nodriza, sucede la muerte de su padre y abuelo, por la rebelión de Absalón. La nodriza al enterarse de esta mala noticia, toma a Mefiboset entre sus brazos para huir, sin embargo, la nodriza al apurarse se le cae Mefiboset, provocando un daño irreversible en el niño, quedando tullido.
Después del episodio de la muerte de su padre y abuelo, junto con el accidente que le provoca cojera a Mefiboset, la vida de éste toma un rumbo totalmente inesperado y lamentable. Llega vivir a un lugar llamado Lo-debar, que estaba ubicado el Este de Jordán, y allí habitaba en casa de Maquir, hijo de Amiel.
Mefiboset pasó muchos años en ese lugar, hasta su adultez probablemente, porque señala en 2 Samuel 9:12, que era padre de un pequeño llamado Micaías.
La vida de Mefiboset tomó otro sentido, a partir de la bondad del rey David, quien fue inquietado en memoria de su amistad con Jonatán, mostrando un deseo de beneficiar a alguien de la familia de Saúl. Siba fue la pieza clave, para que el acto de bondad del rey David se llevara a cabo. Este criado, Siba, en tiempos del reinado de Saúl, se desempeñaba como administrador y por esa referencia David lo manda a llamar. Siba sabía de la existencia de Mefiboset y de su ubicación, y dio esta noticia al rey David. Por esto mismo David, mandó a buscar al hijo de su amigo Jonatán.
El encuentro refleja la humildad que había en Mefiboset, pues al ver al rey David, se inclinó rostro en tierra. David amablemente le dijo que no tuviera temor, pues sus intenciones era devolverle las tierras que pertenecían a su abuelo Saúl y que además desde ese día Mefiboset debía sentarse en la mesa real. Mefiboset al escuchar sobre la decisión de David, se sintió indigno de recibir tal bondad y gracia. Sin embargo David, aún no terminaba de expresar todo su deseo. Continuó asignando a Siba, como criado de Mefiboset, junto a toda su familia, y le encargó el cuidado de éste.
A partir de ese día Mefiboset se sentó en la mesa del rey David, como uno más de los hijos del rey, pasando a vivir de Lo-debar, “sin pasto o donde no hay nada”, a Jerusalén “donde hay paz”.
Más adelante, se relata que Siba traicionó a Mefiboset, tratando de ponerlo mal ante el rey David (2 Samuel 19:1-30). Por esto mismo el rey, decide dividir las tierras entre Siba y Mefiboset.
Mefiboset, fue un hombre que disfrutó de la bondad del rey David. Hubo un episodio en donde su vida pudo estar en riesgo. Los gabaonitas le pidieron al rey David, venganza por la masacre sanguinaria provocada por Saúl cuando fue rey, quien quiso exterminar a todo ese remanente que pertenecía a los amorreos (2 Samuel 21:1-14). Fue así que los gabaonitas solicitan al rey David, que les entregase siete descendientes de la casa de Saúl para colgarlos, y así cobrar venganza.
David, no quiso entregar a Mefiboset, a causa del pacto que hizo con Jonatán (1 Samuel 20) y tuvo compasión de él. Por ellos David entregó a otros de la casa de Saúl, entre ellos Mefiboset, hijo de Saúl, quien era otro de su casa con el mismo nombre.
La vida de Mefiboset junto a la bondad de David, refleja el más precioso paralelo de Jesús derramando su gracia sobre el pecador. David tuvo mucha gracia hacia Mefiboset, quien había perdido todos los derechos reales, y estaba en un lugar incomunicado e indigno, pero había una promesa de antaño que lo salvaba de toda la mediocridad en la que se encontraba, la consecuencia de esta promesa le devolvió todos los derechos legales del linaje real. Así mismo el Señor Jesús, nos tomó como sus hijos cumpliendo su promesa de Salvación, estando nosotros destituidos de su gloria, haciéndonos sentar en lugares celestiales, y para hacernos parte de su pueblo y linaje escogido.
Mefiboset, siempre mantuvo una actitud humilde ante su señor, el rey David, así nosotros también debemos reconocer de donde nuestro Señor Jesús nos rescató, y entregar nuestra vida a su servicio, sólo así seremos estimados de tomar los derechos legales que nuestro Rey Jesús nos entregó, únicamente por su preciosa gracia.