“Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; …” (Hebreos 13:3)
El lunes 15 de Junio las pastoras de nuestro sector 16, en cumplimiento a su plan de trabajo anual y obedeciendo a La Palabra del Señor mencionada en la ordenanza que encabeza esta publicación, se dieron cita en la ciudad de Arauco para visitar la Sección Femenina del Centro de Detención Preventiva de dicha ciudad.
Fue así como las pastoras fueron llegando primeramente hasta el templo matriz para hacer entrega de sus respectivas donaciones y poder llevar un presente a cada una de las mujeres que se encuentran privadas de libertad.
Una vez en el interior del recinto penal fue de gran bendición para nuestras pastoras poder ver con la alegría que fueron recibidas por aquellas mujeres, como asimismo, dentro de sus limitantes, prepararon muy rápidamente el lugar para realizar un servicio de alabanza y adoración a Nuestro Dios.
Nuestras pastoras se dividieron en dos grupos, uno de los cuales pudo compartir con las mujeres condenadas, participando con ellas la pastora Emilia Mora, de la Iglesia de Arauco, quien además tuvo la honra de coordinar el servicio. En tanto, el mensaje central estuvo a cargo de la pastora Milagro Abarca, de la Iglesia de Cañete y se encontró en el libro de Isaías Cap. 42 Ver 7. Dios, a través de Su Palabra, instó a las internas a confiar en Él y que, más allá de la dificultad y del encierro físico, Dios las quería libertar de las ataduras del diablo.
El otro grupo visitó a las imputadas e hizo la coordinación nuestra hermana Alda Orrego de la Iglesia de Arauco y la Palabra la entregó la pastora Myriam Hernández de la Iglesia en San Pedro dándose lectura en el Evangelio de San Juan Cap 3, Vers. 16, donde el Señor les habló del amor que tuvo al venir a dar su vida por cada una de ellas, sin mirar la condición de sus vidas, pues ante sus ojos todos tenemos el mismo valor.
En ambos grupos se entonaron preciosas alabanzas y se concedieron oportunidades a las internas, en donde ellas agradecieron a Dios la visita de las pastoras y solicitaron la oración, indicando que afuera tenían familia que las esperaban.
Al finalizar la visita, las pastoras se dirigieron nuevamente hasta el templo para rogar a Dios una bendición por lo realizado. Y, antes de retirarse a sus respectivos lugares de origen, las hermanas Dorcas de la Iglesia de Arauco, les ofrecieron una exquisita once para así culminar esta hermosa actividad.
Las pastoras y hermanas quedaron muy agradecidas de la bendición que Dios les concedió al poder participar de este trabajo, viendo fortalecidas sus vidas espirituales y, a la vez, asumiendo el compromiso de orar mucho más por aquellas mujeres necesitadas, para que Dios pueda trasformar sus vidas y puedan abandonar ese lugar como mujeres salvas, renovadas y comprometidas con Dios.
Deseamos que todo lo realizado en ese lugar haya sido de bendición y provecho para la vida espiritual de todas quienes pudieron compartir, pues todo buen resultado esperado viene de Dios.
Comunicaciones Sector 16