Pastora Rosa Burgos, Iglesia de Pucón

La Pastora Mercedes Rosa Burgos nació el 20 de octubre de 1935. Contrajo matrimonio con Armando Escobar Quezada, compartiendo 62 años de feliz unión. De este ejemplar matrimonio nacieron 6 hijos: José Guido, Luis Armando, Marta Noemí, Rosa Adriana, Máximo Patricio, y Luz Mery, descendencia que Dios bendijo con 13 nietos y 18 bisnietos.

Su testimonio de fe comienza en el año 1963 cuando conoce a Jesús, en Espíritu y en Verdad, en la comuna de Loncoche. Dos años después lo hace su esposo y desde entonces trabajó incansablemente en la Obra del Señor.

Luego, son trasladados a Temuco, a la iglesia de calle Zenteno que ministraba el Obispo Mamerto Mancilla Tapia. En esa amada iglesia colaboró lealmente apoyando a nuestra Diaconisa Mery de Mancilla, siendo honrada por Dios como Jefa de Dorcas en distintos templos anexos y también como ayudanta de la pastora.

Más adelante, por la voluntad perfecta de Dios, son trasladados a Pucón como siervos del Señor desde el año 1989, donde se desempeña como pastora, comenzando a laborar junto a sus hermanas dorcas de manera incansable, en los espiritual como en lo material, ayudando a su esposa para construir un hermoso templo donde se cobijan los redimidos y sus hermanos a quienes amó con todo su corazón, participando en la iglesia hasta el último día, aconsejando y alentando a sus hermanas dorcas y congregación.

Su ejemplo, es un legado para sus hijos espirituales que observaron en sus pastores un matrimonio digno de imitar. Su fidelidad para su esposo y entrega por la obra del Señor por siempre será recordada.

El ángel del Señor pasó lista el día miércoles 10 de octubre del 2018, a las 07:30 horas, no quedando duda que la pastora Rosita, madre, esposa y abuelita gozará de la vida eterna.

La iglesia de Pucón, su esposo e hijos perdieron un pilar fundamental, pero en el cielo ganaron una mujer fiel, una rosita para el jardín del Edén, quien podía decir con toda propiedad: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida (2ª Timoteo 4:7-8)   

Fuente: Revista La Voz Pentecostal edición N°57 Pág. 94

Fotografías: Facebook IMPCH Pucón.  

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