“Oí a Dios”, relata piloto que salvó a 140 pasajeros en Indonesia

El piloto de Batik Airways, una compañía aérea de Indonesia aceleró la partida de su vuelo con 140 pasajeros y escapó con seguridad del terremoto y del tsunami que devastaron la ciudad de Palu. Según él, la alerta que sintió en su corazón vino a través de la voz de Dios.

Un terremoto de 7,5 seguido de tsunami golpeó la isla de Sulawesi el 28 de septiembre. Casi dos mil personas murieron y más de 5 mil habitantes siguen desaparecidos, según información entregada por las autoridades.

“Todo el día viernes me sentía inquieto y no sabía por qué”, relató el piloto Ricosetta Mafella, de 44 años, en un culto de domingo en la iglesia Duta injil, en Yakarta, el 30 de septiembre.

Para calmar sus sentimientos, Mafella comenzó a cantar en voz alta canciones de adoración en la cabina del avión. “Normalmente solo canto, pero en aquel día quise alabar al Señor lo mejor que pude”, dijo.

Creo que usted debería hacer un CD de canciones de adoración”, le dijo su copiloto musulmán, jugando. Cuando estaban a punto de aterrizar en el aeropuerto de Palu, el viento era excepcionalmente fuerte y Mafella “oyó una voz en su corazón”, que lo orientó a circular de nuevo antes de aterrizar.

Después de que los pasajeros desembarcaron en la ciudad, sentía que debía ser rápido en el próximo vuelo. Él instruyó a su tripulación a hacer una breve pausa de 20 min. Antes de que el avión despegara en Yakarta

“Yo no Salí de la cabina y pedí permiso a la torre de control para partir tres minutos antes de lo previsto”, relato Mafella.

Recibió la aprobación del controlador aéreo Anthonius Gunawam Agung, de 21 años, y se preparo para la partida. Sin embargo, Mafella fue tomado por un sentimiento de urgencia tan intenso que rompió con los procedimientos de vuelo estándar y aceleró por la pista. “No se por qué, pero mi mano continúo empujando la palanca, haciendo que el avión acelerara”, relata.

El avión realizó el despegue y un minuto después, el temblor de magnitud 7,5 alcanzó a Palu. Mafella y los 147 pasajeros y tripulantes del vuelo no tenían idea de lo que acababa de ocurrir en el suelo. Pero de la Cabina, el piloto vio enormes olas en la costa. “Intente llamar algunas veces al controlador de tráfico aéreo para decirle que había visto algo, pero no hubo respuesta”.

“Es importante oír la voz de Dios”, observó el piloto. “Y, suceda lo que suceda, debemos estar tranquilos, no es pánico, para que podamos escuchar claramente la voz de Dios que viene a nosotros por el Espíritu Santo.

Fuente: Acontecer Cristiano Net.

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