Los días 14 y 15 de Octubre, una fecha imposible de olvidar y que quedará renombrada en la Iglesia Metodista Pentecostal de Coquimbo, puesto que un evento de tal magnitud en lo eclesiástico y que fue adornado por un evento natural, como lo fue el Congreso Nacional de Pastores Zona Norte, y la lluvia torrencial que cayó en esos días, en la ciudad puerto, vino a ser histórico, puesto que dicha iglesia, jamás había recibido tal honra de hospedar a tantos pastores, siervos de Dios, y por sobretodo un importante número de autoridades de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, comenzando desde el Obispo Presidente Bernardo Cartes V., el honorable Presbiterio Mayor y algunos integrantes del Tribunal Eclesiástico.
El Congreso de Pastores, comprendió desde los sectores 1 al 9, teniendo una asistencia casi del 90% de todos los convocados.
Las sesiones fueron realizadas en la localidad rural de Pan de Azúcar, en un hermoso campo, donde también hay una clase de la Iglesia de Coquimbo, llamada Huerto de Dios. En ese hermoso lugar cada mañana de los días celebrados del Congreso, se reunían los pastores, a recibir ricas enseñanzas para fortalecer sus ministerios locales.
Posteriores a las sesiones, se realizaron reuniones nocturnas en el templo matriz de la iglesia de Coquimbo, donde la congregación junto a sus visitas, se regocijaron en la presencia de Dios.
Palabras de Dios que llamaban a valorar la presencia del Espíritu Santo en la iglesia y en cada vida, porque es la única forma de que el cristiano sea bendecido, todo esto adornado con hermosos testimonios de milagros poderosos de Dios, donde la Iglesia le glorificaba por su poder.
El día jueves 15, también el Pastorado reunido, quiso festejar el cumpleaños del Obispo Bernardo Cartes V. quien sorprendido y a la vez agradecido, se alegraba de tanto cariño de sus consiervos.
Para la Iglesia Metodista Pentecostal en la ciudad puerto de Coquimbo, ha sido y será por algún tiempo más, el evento más grande y honorable que haya tenido que realizar desde sus comienzos. El gozo y las bendiciones recibidas en esos días, marcó un precedente testimonial real, que aún siendo una congregación con tan sólo 15 años de existencia por la misericordia de Dios, fue tomada en cuenta para esta bendición y ser pionera de los Congresos que se realizarán en todo Chile.
Hoy se puede soñar en grande, y creer que vendrán muchas más honras importantes como éstas. La Iglesia de Coquimbo, recibió el cumplimiento de una promesa entregada en sus comienzos, que sería llevada a grandes honras, y así Dios ya empezó hacerlo.
A Dios toda gloria y honor.
Comunicaciones IMPCH Coquimbo.