La Iglesia y las Comunicaciones en la Pandemia

Cuando la humanidad aún sufre los estragos del COVID-19, las comunicaciones nos han ayudado a continuar con el accionar de la Iglesia, ya que podemos congregarnos y alabar el bendito nombre de Cristo en un formato digital.

Hace una década esto era impensable.  La iglesia evangélica aún no acuñaba el concepto de las comunicaciones y en algunos segmentos existía vacilación sobre el tema porque se desconocía su utilidad.  Honrosamente y con sencillez podemos señalar que la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile fue pionera en las comunicaciones digitales, lo que a lo largo de los años, y en particular durante los meses de pandemia, se ha logrado mantener el vínculo con las congregaciones y llegar con el Mensaje de Cristo a innumerables personas.

Por la providencia divina y, gracias al valioso apoyo de los corresponsales de las iglesias locales fue posible darle un uso evangelizador a internet.  Vaya un reconocimiento público a la visión de nuestro Obispo Bernardo Cartes Venegas, quien apoyó la creación del Departamento de Comunicaciones como medio de bendición.

Durante los meses de encierro obligado, las comunicaciones en la Iglesia demostraron ser una herramienta extraordinaria al servicio del Reino de Dios, con resultados a la vista.  Internet amplió los púlpitos de los templos a lugares inimaginables.  Además, comprobamos gratamente que los coristas difundieron los cánticos sacros a través de YouTube, y vemos como los niños, ciclistas, dorcas o voluntarios cumplen la Gran Comisión de manera online.  Con emoción vemos a nuestros pastores con más de ochenta años de edad usar las redes sociales para predicar las grandezas de Jesucristo y comprobamos lo maravilloso que ha sido unir iglesias de latitudes distantes con tan solo un clic.

El mundo se actualiza vertiginosamente, y la Iglesia debe avanzar aprovechando la tecnología, preservando los principios bíblicos y la herencia pentecostal basada en la Palabra Viva.  Como custodios de este legado espiritual, amerita que sigamos llevando el Mensaje de Cristo a las nuevas generaciones usando al máximo estas nuevas plataformas.  Así lo ha estado haciendo el Departamento de Comunicaciones de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, que dirige en la actualidad el Presbítero Mayor, Josué Natanael Cabezas.  Durante los últimos meses, se ha informado diariamente al pastorado y hermandad acerca de las peticiones de oración por miembros afectados con el Covid-19, difusión de los Decretos Eclesiales de nuestro Obispo Presidente, compartiendo artículos periodísticos de la contingencia actual, transmisión de programas informativos,  himnos preparados por hermanos de diferentes iglesias del país y el envío diario de pan de vida vía Whatsapp.  También surgió el programa infantil “Ser como niños” y se han promocionado semanalmente los cultos dominicales desde Arica a Puerto Williams.  Igual se ha innovado con la creación de podcast cristianos (serie de archivos de audio).

Con una excelente acogida han resultado los programas en vivo, participando las Filiales de Estados Unidos, Perú y Bolivia, contando con la asistencia de nuestro Obispo Cartes y Pastores.  También se celebró el Aniversario N°14 del Departamento de Comunicaciones IMPCH, se prepararon cápsulas históricas del pentecostalismo, se trasmitieron Mensajes bíblicos a cargo de nuestros pastores y pastoras, además de la preparación de talleres de capacitación para Pastores Asesores y corresponsales.

Por todo lo anterior, damos infinitas gracias al Altísimo porque la labor espiritual sigue expandiéndose.  Si en los inicios se utilizó Fotolog o los Blogs de noticias, en el presente Facebook, Twiter, Youtube, Instagram son los medios de comunicación más eficientes, al igual que nuestra Revista institucional La Voz Pentecostal.

Sin duda, aún quedan desafíos pendientes, como la inversión en equipos y tecnología como una forma de ofrendar con lo mejor al Señor; contar con una base fotográfica o de videos en archivos permanentes de la Iglesia.

Las comunicaciones llegaron para quedarse.  Por lo tanto, cuando se supere la pandemia se debe considerar expandir las comunicaciones al trabajo habitual de las Iglesias, como medio  informativo y en favor del pregón del Evangelio para toda criatura, conforme al mandato de Cristo.

 

Fuente: Revista La Voz Pentecostal, edición N° 59 pág. 34

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