Linares, Miércoles 5 de Febrero de 2020. La Iglesia de Linares, ministrada por los Pastores José Vega y Edith Vallejos, tuvieron la bendición de compartir de un culto general junto a la congregación y pastores hospedados, con motivo de la 111° Conferencia Anual e Internacional de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile.
Con la Coordinación del Pastor Eduardo Zúñiga de la Iglesia de Yumbel, se da inicio al culto entonando el himno congregacional N° 352 “Señor, aquí a tus plantas”. Se lee el Salmo devocional 34:1-3: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.
El pastor Víctor Villegas de la Iglesia de Villa Esperanza dirigió la primera oración de invocación. Con el ánimo de alabar y agradecer a Dios, el coro de la iglesia entona el himno congregacional N° 181 “Alabado el gran manantial”.
Se otorga una oportunidad al Pastor José Vega Madrid, dando la bienvenida y presentando a los pastores que la iglesia de Linares tiene la bendición de recibir durante la semana de conferencia. Saludan a la iglesia el Pastor Eduardo Zúñiga de Yumbel, pastora Nancy Sepúlveda de la Iglesia de Pica, Pastor Pedro Espinoza de la Iglesia de Melipilla, Pastora Benedicta Saavedra de la Iglesia de Petorca, y Pastor Adán Osorio de la Iglesia San Miguel. Finalizando ya las oportunidades tienen un hermoso gesto con el pastor Alonso Apablaza de la IMPCH Chiloé Santiago, quien estaba de cumpleaños. Continuando con el desarrollo de este servicio, el coro general canta la alabanza “Templos y Moradas”, para luego continuar con el coro infantil “Rayo Fugaz”.
Luego de una noche, llena de alabanzas y oportunidades, se procede a dar lectura y exhortación a la palabra de Dios. En esta noche, el pastor William Aquino de la Iglesia Metodista Pentecostal de Perú, da lectura en el libro de San Lucas 18:18-30, haciendo reflexión que, aunque los creyentes muestren obras dignas de arrepentimiento, la fuente de nuestro perdón es la sangre de Cristo, que fue derramada en la cruz y es lo único que puede anular nuestros pecados.
Mediante la voluntad de Dios y todo lo vivido en este precioso culto, se finaliza este servicio con el himno congregacional N° 268 “La Venida de Cristo”.
Corresponsales: Ester Valdebenito – Damaris Pezo – Fernando Fuentes
