Una bendecida jornada se vivió el sábado 23 de noviembre en la ciudad de Cabrero, esto producto de la hermosa confraternidad que se produjo entre la juventud de Lirquén y los miembros de la congregación de aquella localidad.
A pesar de que el clima no fue del todo favorable, el entusiasmo de todos los hermanos era grande. La delegación de juventud arribó temprano y fueron muy gratamente recepcionados en los distintos hogares de la hermandad.
Llegadas las 17:00 horas, todos se reunieron en el punto de predicación y muy emocionados comenzaron a pregonar el Santo Evangelio. Las gotas de lluvia que acompañaron el desfile no resultaron en nada un obstáculo para seguir alabando a Dios y para entregar el mensaje de salvación a los vecinos del sector. Fueron varias las personas que muy atentas oían a cada joven mientras les hablaban del Señor Jesucristo.
Una vez llegados al templo, comenzó el culto general a los pocos minutos; y desde un comienzo no hubo duda de que el Santo Espíritu estaba en medio de los presentes.
La juventud de Lirquén tuvo oportunidad de desarrollar un programa en donde se entonaron preciosas alabanzas y diversos hermanos tuvieron ocasión de expresar palabras de gratitud y contar las maravillas que Cristo a hecho en sus vidas. Dentro de esto el pastor Héctor Reyes Arriagada, quien acompañaba a su comitiva de jóvenes, tuvo también la oportunidad de expresar saludos y bendiciones a la congregación.
Fue un servicio muy especial, sobretodo por el gran mensaje que Dios entregó a su pueblo en aquella noche. Este fue entregado por labios del hermano Vicente Sandoval Salas, quien dió lectura al libro de Santiago en su capítulo 2, versos 1 al 5. A través de las palabras de nuestro hermano Jesús nos amonestaba a incrementar el amor entre el pueblo, sobre todo en pos de no discriminarnos entre nosotros mismos ni mucho menos en mirar en menos a quien se encuentra en el mundo, debemos ser la luz que Él necesita, practicando la comunión y la unidad entre hermanos.
Un día bendito e inolvidable será este que Dios prestó a cada asistente. Sin duda alguna marcó corazones y bendijo en gran manera a su pueblo.
Dios bendiga a la congregación de Cabrero y a la de Lirquén, y les ayude a seguir llevando su obra adelante. AMEN.
Camila Muñoz Machuca, Corresponsal de Lirquén, Sector 15
Claudio Acevedo Zúñiga, Corresponsal de Cabrero, Sector 17
