La vida de todo cristiano está llena de desafíos que hacen más fuerte nuestra fe. Pero los cristianos que viven en países de mayoría budista se enfrentan cada día a nuevas oposiciones.
El budismo es considerado como una de las ideologías más fuertes por su enseñanza del karma, que dice que uno cosecha lo que siembra. Son alrededor de 500 millones de personas en el mundo que practican esta religión.
Sin embargo, para los cristianos la situación es completamente diferente. Según la lista mundial de persecución 2017, los cristianos padecen mayor persecución en países de mayoría budista. Entre ellos se encuentran: Sri Lanka, Bután y Myanmar. Las persecuciones se dan manera sigilosa y dentro de las casas.
En una iglesia dentro de una comunidad de la región central de Bután, pastorea, Tika, un siervo de Dios que bautizó a una niña de 16 años que padecía de asma y epilepsia bajo el consentimiento de sus padres. Todo andaba bien hasta en el 2016, la niña fue diagnosticada con insuficiencia renal. El padre de la menor responsabilizó al pastor. Y, Tika fue procesado.
El pastor buscó abogados para defender su posición pero nadie decidió apoyarlo por ser cristiano. Pero no contaron con el amor incondicional que tiene la iglesia. Los miembros de la congregación ayudaron a pagar su condena. A pesar de ser personas muy humildes y ganar menos de 100 dólares al mes, decidieron apoyar a su pastor con la ayuda de Dios.
“No cometí ningún crimen. Sé que hice algo bueno al compartir la Palabra de Dios y bautizar a esa niña. Pero haber sido castigado por eso, es algo que me entristece y desanima.”, manifestó el Tika.
Sin importar los obstáculos, Tika confiando en Dios y sabe que los planes de su Creador son más grandes que los suyos. Siempre tiene presente que su fuerza viene del poder de Jesús, que le da ánimo y fuerzas para continuar su labor misionera. Sigamos orando por todos nuestros hermanos que cada día agradecen tener una nueva oportunidad de vivir alabando al Señor.
Fuente: Open Doors