El pasado 10 de junio del presente año, el templo central de Santa Clara 5788 fue el escenario de un importante evento de unión y servicio voluntario. La confraternidad de hermanos voluntarios reunió a las iglesias de El Castillo, Quillota y San Miguel, junto a sus pastores gobernantes Hernán Vega, Andrés Quiroz y el pastor Adán Osorio, anfitrión de la iglesia de San Miguel.
Previo al servicio general, el cuerpo de voluntarios de las delegaciones e iglesia anfitriona realizaron un punto de predicación en la comuna de San Miguel, pregonando el nombre de Cristo a la comunidad.
El servicio coordinado por el hno. David Pérez, de la jefatura de voluntarios de San Miguel, fue una experiencia inolvidable y significativa, cargada de bendiciones y la presencia del Espíritu Santo. Tanto los participantes presentes como aquellos que fueron oyentes, fueron tocados por la espiritualidad y el amor fraternal que se manifestó durante el encuentro.
Durante la reunión, se llevaron a cabo diversas actividades y momentos de reflexión, guiados por los pastores presentes. Se dieron oportunidades de alabanza y testimonio a los voluntarios de El Castillo, Quillota y San Miguel. Las enseñanzas compartidas y las palabras de inspiración nutrieron el espíritu de los asistentes, fortaleciendo su fe y su compromiso con el servicio a Dios.
El mensaje de la palabra de Dios estuvo a cargo del Pastor Andrés Quiroz de la IMPCH Quillota, el cual centró su homilía en Santiago cap. 2: 14-19.
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”
El encuentro concluyó con oraciones de agradecimiento y un sentido de unidad y fraternidad entre todos los presentes. Los asistentes se despidieron con corazones llenos de gratitud para con Dios.