La pregunta es tema de profundo debate en la sociedad médica por su impacto en el largo plazo. Estudio detectó que un corte tardío previene el déficit de hierro y mejora las habilidades sociales.
Mide cerca de 50 centímetros, posee una estructura tubular gelatinosa que contiene dos arterias y una vena que son vitales en la conexión madre e hijo mientras el feto está en el útero. Cuando la mujer da a luz (parto normal o cesárea), el cordón umbilical se pinza y se corta obligando al pequeño a respirar por sí solo.
Este proceso, que toma sólo unos segundos, es un tema de profundo debate en la sociedad médica por el impacto que tendrá en la vida del recién nacido. Son varias las investigaciones que han demostrado que los lactantes con corte tardío (dos minutos) tienen menos riesgo de anemia porque la sangre que queda en el cordón, rica en fierro, se traspasa al recién nacido.
La semana pasada una investigación publicada en la revista Jama Pediatrics, la primera en estudiar efectos a largo plazo, afirmó que además de prevenir el déficit de hierro en los primeros meses, también potencia las habilidades sociales y de motricidad fina de estos niños.
Los investigadores de la U. de Uppsala (Suecia) siguieron durante cuatro años a 263 niños, 141 de ellos con corte tardío y 122, con corte a los 10 o menos de 10 segundos. Las pruebas no mostraron diferencias en el coeficiente intelectual de los menores, pero sí en los test de habilidades de motricidad fina, personal y social. Quienes tuvieron un corte retrasado tuvieron puntuaciones más altas, especialmente los varones.
En Chile no hay una norma que diga en qué momento cortar, pero se sigue la recomendación de la OMS: esperar entre uno y cinco minutos después del parto.
Para el jefe de Neonatología de Clínica Alemana, Marcial Osorio, siempre que la salud de la madre y del recién nacido lo permita, “lo ideal es la ligadura tardía del cordón umbilical”. “Esto tiene ventajas, la evolución de los niños es mejor, tienen menos anemia e incluso hay estudios que dicen que tienen menos síndromes respiratorios”, dice.
Los médicos de la Red Salud UC Christus sí tienen un protocolo para el corte del cordón. Según explica Bernardita Donoso, gineco-obstetra de la red, salvo emergencias, “todos los médicos esperamos a que el cordón deje latir y eso depende de la calidad de la placenta, pero en general a los dos minutos la mayoría ya ha dejado de latir. Esperamos al menos un minuto después del parto”.
Carlos Schnapp, neonatólogo de Clínica Las Condes, cuenta que desde hace cuatro años se conocen este tipo de estudios y todos han mostrado que solo trae beneficios, pero hay que evaluar caso a caso y esperar entre 60 y 120 segundos antes de cortar, siempre y cuando no se produzcan contingencias. “Lo habitual es que si necesario darle apoyo al recién nacido se ligue el cordón y se practique reanimación en la cuna de procedimiento. Hoy se sabe que se puede hacer la maniobra al lado de la mamá y sin necesidad de cortar el cordón, pero son estudios recientes”, explica.
¿Cuándo no se puede practicar el pinzamiento tardío? Cuando el niño nace con el cordón enrollado en su cuello, cuando se producen hemorragias, malformaciones de la placenta y cualquier otra emergencia que se presente en el parto.
Si se corta después de los cinco minutos, explica Osorio, se puede producir ictericia (color amarillento de la piel del bebé por un exceso de bilirrubina).
“Las mamás cada día están más informadas y preguntan a los cuántos minutos se corta. Otras piden que se corte cuando deje de latir”, dice Donoso.
Fuente: Diario La Tercera