Nacida el 10 de mayo de 1932 en la ciudad de Bulnes, Fabia del Carmen Riquelme Esparza fue la mayor de cinco hermanos, destacándose desde joven por su carácter firme y espíritu de servicio. El 25 de marzo de 1950 contrajo matrimonio con el hermano Narciso Vargas Bustamante en la ciudad de Santiago, formando una familia de cinco hijos, Ruth, Héctor, Alberto, Claudio y Wilma.
Junto a su esposo e hijos dedicó su vida al Señor, sirviendo a Dios en el templo de Jotabeche y trabajando en la Clase San José de Ñuñoa, siendo encargados posteriormente de clases como Chacarillas y La Reina donde son recordados hasta el día de hoy.
Su dedicación no solo se reflejaba en sus palabras y acciones, sino también en su alabanza a Dios: la mandolina fue siempre su fiel compañera, con la que alababa en cada servicio a su Señor.
En 1972, respondieron al llamado de Dios y asumieron el desafío de ser pastores en la ciudad de Los Vilos. Allí trabajaron arduamente, levantando una hermosa casa de oración que quedó como testimonio de su entrega y amor por la obra del Señor.
El 5 de Marzo de 1992, llegaron a la ciudad de Quirihue, donde la pastora Fabia continuó sirviendo con fidelidad y sacrificio, siempre al lado de su esposo, fue clave en la construcción del actual templo de nuestra iglesia, entregando su tiempo, esfuerzo y recursos para que este sueño se hiciera realidad.
Trabajó fielmente al lado de sus Dorcas, guiándolas con sabiduría y amor en su crecimiento espiritual.
Siempre fue parte activa del coro, destacándose como una fiel corista cantando y tocando para el Señor hasta que sus fuerzas se lo permitieron.
El jueves 28 de noviembre, partió a la presencia del Señor, dejando una huella imborrable en nuestra congregación y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Su vida fue un ejemplo de entrega, fe y amor por Dios, un legado que vivirá en nuestras memorias y corazones.
Informa: Hno. Mario Arriagada