Damos gracias a Dios porque llegó este hermoso día en que hemos recorrido las calles de Coelemu, cantando alabanzas al Señor. Dando testimonio que servimos a un Cristo de poder.
Dios bendiga grandemente a los ungidos, Albertano Opazo Sanhueza y Carlos Opazo Peña, junto a sus distinguidas esposas, para que lleven adelante esta gran obra de cumplir con la gloriosa misión que Jesucristo estableció.
Para Dios honra y gloria.
José Caamaño Fierro
Alison San Martín Romero
Valeria Toro Flores