“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
Los Diez Mandamientos no fueron dados para hacernos santos; se nos dio para mostrarnos que NO somos santos. Se nos dio los mandamientos para mostrarnos que necesitamos a Jesús.
La idea es la de una disciplina. Los mandamientos fueron dados en esencia “porque no podemos vivir correctamente por nuestra propia cuenta.”
Son como un espejo moral. Cuando nos fijamos en ellos, usted dice: “Guao, definitivamente no estoy dando la talla”. Cada uno de nosotros ha roto los mandamientos.
Alguien podría decir: “Sí, eso puede ser cierto, pero no he roto tantos. Yo sólo he roto un par de ellos.”
Puede ser. O tal vez no. La Biblia dice: “Porque la persona que mantiene a todas las leyes, excepto uno, es tan culpable como una persona que ha roto todas las leyes de Dios”. Si se ha roto tan solo un mandamiento, es suficiente para evitar que Dios te separe de Él.
Los mandamientos fueron dados para llevarnos a los brazos abiertos de Jesús. Es por eso que Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28)
¿Alguna vez has estado llevando algo que era muy pesado y alguien te ha dicho: “ven déjame tomar tu carga”? eso es lo que Jesús te dice cada día “ven déjame llevar tu carga, déjame aliviar tu dolor, déjame darte alivio, ahora mismo ven a mis brazos a descansar”.
Este es el mensaje de lo que sucedió en la Cruz; Él murió por nuestros pecados y pagó el precio por cada mal que hemos hecho. Y si nos apartamos de nuestros pecados y creemos en Él, entonces vamos a ser perdonados.
Fuente:bibliatodo.com