El día tan ansiado llegó después de más de 4 años de espera, de arduo trabajo matizado con fe y oración. La iglesia en Las Lomas (localidad cordillerana perteneciente a la comuna de San Clemente) se vuelve a poner de pie, erigiendo un hermoso templo de material sólido, ya que el anterior (de adobe) lo habían perdido con el terremoto del 27 de febrero de 2010.
El día 23 de noviembre de 2014 se dieron cita la mayoría de los Pastores del Sector 12, más nuestro Obispo Bernardo Cartes Venegas y algunos Pastores de los Sectores 13, 14 y 16 que le acompañaban, con el propósito de consagrar un nuevo Templo a Dios.
Nos encontramos con un Pastor anfitrión, Pastor José Atiliano Salas, dichoso y emocionado hasta las lágrimas por ver terminada su labor de construcción de una nueva casa de Dios, el cual tiene una capacidad aproximada de 300 personas.
Con la asistencia del Alcalde de San Clemente, don Juan Rojas Vergara y de nuestro amado Obispo, se procedió al tradicional corte de cinta para hacer la entrada a la nueva casa de Dios.
Una vez dentro se inició el culto muy ceremonial, pero también muy espiritual. El rostro de los hermanos irradiaba una gran alegría al ver que tanto sacrificio tiene fruto agradable a Dios y a los presentes. El gozo era pleno aún más al contar con la presencia de nuestro Obispo junto a tantos pastores acompañando, pues era uno de los anhelos del Pastor Salas junto a su congregación.
Después de cantar alabanzas, nuestro Obispo se dirige en unas palabras recordando la primera vez que estuvo por la zona de Las Lomas de San Clemente, esto aconteció en el año 1989 como ayudante de Superintendente. También hizo mención de quien fuera el primer pastor en Las Lomas, el Pastor Alfredo Aravena, hoy gobernante en la IMPCH Quillota. Posterior a esto se comienza a dar lectura al ritual de la iglesia para terminar dando por consagrado a Dios el nuevo templo de la IMPCH en las Lomas. Nuestro Pastor Salas totalmente emocionado y feliz con cada detalle de lo que estaba ocurriendo y una congregación que agradecía a Dios por hacer posible este día.
Es así como llegamos a la parte central del culto, cuando nuestro Obispo realiza la lectura y exhortación bíblica, basando su mensaje en el Salmo 84, exclamando con mucha fuerza y autoridad: “En la casa de Dios siempre hay bendición” y terminando con una interrogante, “¿Cómo son de amables nuestras moradas para el Señor?” Que respondió en el sentir de Dios, “Sean nuestras vidas dignas, limpias y agradables ante Dios”.
En tanto el tiempo transcurría, la palabra de Dios continuaba haciendo vida en los corazones y la alabanza a Dios iba en alza por parte del coro oficial y de los asistentes al culto. Luego, nuestro pastor José Vega Madrid, Jefe del Sector 12, toma la palabra para bendecir a Dios y para desear grande bendición y prosperidad a la iglesia de Las Lomas, para finalmente entregar un obsequio en representación del Sector, con el fin de hermosear aún más la casa de Dios.
En su oportunidad, nuestro Pastor José Salas agradece a Dios tan hermoso día, por la presencia de nuestro Obispo y cuenta algunos testimonios de cómo se gestó y cómo Dios envió provisión para empezar y terminar el digno trabajo de levantar una casa para El en una zona agrícola, campechana y de gente muy humilde. Una de las tantas experiencias compartidas aquel día, quedó muy grabado en nuestros corazones cuando en plena construcción, personas no pertenecientes a la membresía de aquel lugar, transeúntes, pasaban a dejar su donación para que la obra del Señor siguiera en avance. Hermosas historias que se seguirán contando de generación en generación.
A continuación se le concedió unas palabras a la Pastora Cristina Hurtado, esposa del Pastor Salas, quien no podía ocultar la emoción y orgullo de estar en ésta instancia tan añorada por años. Con una voz quebrada a ratos, lágrimas que fluían de manera espontánea al recordar todo el esfuerzo y sacrificio compensados al mirar las estructuras del templo y el gran momento que se estaba viviendo ese día, en el que la presencia misma de Dios estaba en nuestro medio.
Finalmente, todos los presentes entonaron al unísono el último himno universal “Señor mi Dios”, el N° 393 de nuestros himnarios, y Dios impartió su bendición para cerrar el culto por labios de nuestro Obispo Bernardo Cartes.
Más que bendecidos y felices nos volvimos a nuestros hogares, por tener un nuevo y hermoso templo dedicado para la alabanza y oración al único y eterno Dios. Deseamos profundamente, que nuestro Señor siga prosperando a su iglesia y llenando de gracia a nuestro Pastor José Atiliano Salas y esposa, para seguir ganando las almas que han de ser salvas.
Corresponsales Luis Pardo, Pablo Pardo y Joel Basoalto | Comunicaciones IMPCH