El día domingo 10 de diciembre, durante el culto dominical se realizó la Ceremonia de Entrega de Certificados de la Escuela de Formación Bíblica de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile San Miguel. Los hermanos que recibieron dicho certificado pertenecen a la segunda generación de hermanos que han aceptado el desafío, los cuales cumplieron las exigencias del programa de estudio, compuesto de 8 asignaturas con un total de 380 horas académicas, repartidos en 2 años de estudios, además durante el programa formativo han realizado exámenes, resúmenes, informes de lectura, ensayos y exposiciones, obedeciendo a las Escrituras cuando nos invita a “Esforzarnos en la gracia del Señor” (2 Timoteo 2:1).
El hermano Carlos Rosales Vergara, profesor de la Escuela de Formación bíblica, coordinó la ceremonia y en la presentación de los hermanos que recibieron la certificación de Estudios Bíblicos resumió el avance de cada hermano, destacando el esfuerzo y constancia de ellos. Al término de la entrega de Certificados, nuestro hermano Carlos destacó la colaboración del Pastor Adán Osorio Morales, quien recibió un regalo en reconocimiento de su labor como Director de la Escuela de Formación Bíblica IMPCH San Miguel.
Cabe destacar que Dios instó a nuestro Pastor Adán a formar un programa de estudios, con el objetivo de capacitar a lideres, predicadores y profesores de Escuela Dominical guiándolos en los conocimientos básicos de la Biblia y Teología.
Así, en marzo del año 2020 se realizó la primera clase de la Escuela de Formación Bíblica, la cual debido a las nacientes condiciones de la pandemia se llevó a cabo por la plataforma zoom, método que se ha ocupado hasta la actualidad.
Finalmente, Dios ha respaldado el trabajo, permitiendo el crecimiento espiritual de los hermanos que dedican su tiempo al estudio sistemático de las Sagradas Escrituras y sin duda los hermanos pertenecientes a la Escuela de Formación Bíblica pueden afirmar lo mismo que expresaba el Apóstol Pablo en 1º de Corintios 3:7: “Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento” y a Él sea toda la Gloria.