A los 103 años de edad, una anciana estadounidense afirma que el secreto de una larga vida está ligado a la fe en Dios.
Mientras que muchos creen que sólo invertir en una vida sana garantiza vivir muchos años, Sophia Simko dice que la clave para una larga vida es la fe. La anciana actualmente está alojada en una residencia en Pennsylvania, en los Estados Unidos y dice no seguir ninguna dieta especial para asegurar su longevidad. “Lo que pasa en la mesa, si me gusta, me lo como”, dijo. “Si no me gusta, no me lo como”.
Y a pesar de que se mantiene activa en la clínica de reposo DuBois, ella no hace honor a su larga vida a cualquier tipo de programa de ejercicios. Lo que la hace seguir adelante es una fuerte fe en Dios. “Tengo el buen Dios en mi vida”, comentó. Además es una fe que comparte con otros. Cualquier persona que la ha encontrado en el hogar de ancianos, puede dar fe de ello.
“Ella siempre le dice a todo el mundo,” Dios te ama y yo también”, dijo Becky Nesbit, el director de la casa de reposo. Aunque Simko es ciega, su mente es aguda y es capaz de moverse, con un andador, según Nesbit. Recientemente, Simko celebró su 103º cumpleaños. Uno de sus nietos, describió a su abuela como “increíble”. “Honestamente, creo que es su fe en Dios”, dijo de la razón de la durabilidad de su abuela.
Hoy en día, Simko mira hacia atrás con felicidad. “Estoy ciega, no puedo ver, pero Dios ha sido muy bueno conmigo. Nunca fumaba, no bebía alcohol, nada, yo he vivido una vida saludable”. Recuerda caminar una milla a la iglesia todos los domingos con su padre y disfrutar asistir a la escuela dominical. “Si yo no iba a la iglesia el domingo, no se me permitía salir al patio”, recordó. “Tenía buenos padres”. Fuente: thecourierexpress