La Reina-Valera, también llamada Biblia de Casiodoro de Reina o Biblia del Oso, es una de las primerastraducciones de la Biblia al castellano. La obra fue hecha a partir de la traducción de los textos originales en hebreo y griego y fue publicada en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1569. Su traductor fue Casiodoro de Reina, religioso español convertido al protestantismo. Recibe el sobrenombre de Reina-Valera por haber hecho Cipriano de Valera la primera revisión de ella en 1602.
La Reina-Valera tuvo amplia difusión durante la Reforma protestante del siglo XVI. Hoy en día, la Reina-Valera (con varias revisiones a través de los años) es una de las biblias en español más usadas por gran parte de las iglesias cristianas derivadas de la Reforma protestante (incluyendo las iglesias evangélicas), así como por otros grupos de fe cristiana, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los Gedeones Internacionales y otros cristianos no denominacionales.
Antes de la Reforma Protestante, las traducciones de las Sagradas Escrituras en lenguas modernas generalmente tomaban como base textual a la Vulgata. La obra de Reina es la primera traducción de la Biblia completa en español hecha desde los idiomas hebreo y griego, ya que la Biblia prealfonsina y la Biblia alfonsina (primeras versiones de la Biblia completa en español) fueron traducciones realizadas desde el latín. Antes de la Biblia del Oso existían solamente versiones desde los idiomas hebreo y griego al español de partes de la Biblia como la Biblia de Alba y la Biblia de Ferrara (Antiguo Testamento) y los textos de Juan Pérez de Pineda y Francisco de Enzinas (Nuevo Testamento).
La Biblia de Reina refleja la belleza literaria del llamado Siglo de Oro de la literatura castellana. En Historia de los heterodoxos españoles, el erudito católico Marcelino Menéndez Pelayo alabó desde un punto de vista literario a la Biblia del Oso, a la que consideró estar mejor escrita que las versiones católicas de Felipe Scío de San Miguel (1793) y Félix Torres Amat (1825).