Martes 31 de diciembre de 2024. Desde hace 43 años, nuestros hermanos se reúnen en el templo para poder esperar junto a nuestros pastores un nuevo año, para así, agradecer todas las bondades que nos ha dado Dios a lo largo del año que despedimos.
Incluso en pandemia, a pesar de no poder estar juntos de manera física, los medios digitales nos permitieron continuar con esta hermosa reunión, y dar ese primer abrazo al Señor.
El martes 31 de diciembre, siendo las 21:00 hrs. damos inicio al último servicio del año 2024, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, entonando el himno congregacional N°218 “Quien a Cristo quiere”.
Nuestro Hno. Claudio Natulpán, coordinador de este santo servicio nos invita a poder orar y seguir adorando a nuestro Dios mediante las alabanzas que dirige el Coro Instrumental.
Cada cuerpo de la iglesia agradece al Señor mediante la alabanza, por lo que cada uno tiene una oportunidad para alabar el nombre de nuestro Dios, las que son de bendición para la hermandad presente.
Ya cercanos a la media noche, nuestro Pastor Luis Cabrera Rubio, da lectura y exhorta sobre la palabra del Señor, la que se encuentra en El Santo evangelio según San Juan, capítulo 6, versículo 27 “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.”
Nuestro Pastor Luis Cabrera nos menciona que “En cada lugar hay un balance del año que ha pasado. Al inicio de cada año, muchos hacen planes, tienen metas, y es lindo tener aquello, pero el Señor nos pregunta ¿Cómo está su balance espiritual?
Muchas veces tenemos metas materiales, pero no tenemos una meta espiritual. Dijo el Señor Trabajad, pero ¿A cuántas reuniones de voluntarios asistió? ¿O de Dorcas?
Nos recuerda que podamos trabajar, no por la comida que perece, que le podamos servir mejor al Señor, por la vida eterna.
En muchas cosas podemos hacernos una meta espiritual, y así verá como el Señor le va a bendecir.
Trabajarle al Señor es lo mejor, no para recibir remuneraciones terrenales, sino para recibir la herencia incorruptible.”
Luego de esta hermosa palabra, llegamos al 01 de enero, donde nuestro Pastor nos invita a orar, a entregar el año que ha pasado y dar ese primer abrazo a nuestro Dios, esperando que este nuevo año que inicia, estemos siempre tomados de la mano de nuestro Señor.
Terminamos este santo servicio con el Himno Congregacional N°105 “Tocad Trompeta ya”, donde cada hermano espera que este año 2025, sea un nuevo año de bondad.
Para Dios honra y gloria. Informa: Comunicaciones IMPCH Barrio Prat