El 31 de octubre de 1517, en las puertas de la Catedral de Wittenberg, Sanjonia – Alemania, Martín Lutero, teólogo católico clavó sus famosas 95 tesis que llamaba a la defensa de la autoridad de las Escrituras, afirmando que la salvación es solo por gracia de Dios y no por obras o ventas de absoluciones o indulgencias que era la forma que esa iglesia ocupaba para recaudar fondos y construir sus grandes templos.
Lutero llamaba a volver a las raíces del evangelio de Jesucristo: Solo gracia, solo escritura. Ello fue resistido por las autoridades religiosas de la época que decretaron su retractación y luego su prisión y muerte. Pero en Alemania, que entonces estaba dividida en principados, Martín Lutero recibió la protección de muchos príncipes, lo que produjo la división de Europa que en lo religioso perdura hasta el día de hoy.
Se le llamó la Reforma Protestante porque el acento estuvo en volver a la verdad, a la santidad y piedad del evangelio, tal como lo predicaba nuestro Señor Jesucristo.
Los protestantes o evangélicos son hoy cerca de 900 millones de fieles que están en todos los continentes, especialmente Europa, América y Asia, reunidos en miles de Iglesias, Misiones y Ministerios. Tienen en común el respeto a las Santas Escrituras, la Biblia, sus normas de fe y doctrina y el llamado a una vida de consagración y santidad.
Dada esta parte de la Historia es que se considera el 31 de Octubre como el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, que en Chile, por medio de la Ley 20.299, dictada en el año 2008, se declaró feriado, dando lugar a numerosos actos nacionales, regionales y sectoriales de celebración de la fe Evangélica.