Santa Ana de Queri, Yerbas Buenas, Miércoles 5 de Febrero de 2020. Luego de un pequeño espacio de esparcimiento y confraternidad entre las pastoras, se inicia la segunda parte de esta primera sesión de pastoras, en esta 111° Conferencia de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. Se da comienzo con la alabanza “Sé que mi redentor vive”.
Sabemos que, dentro de un servicio espiritual, lo más importante es la lectura y exhortación de la palabra de Dios, por lo que, en esta ocasión, esta bendición la desempeña la pastora Natividad Troncoso de la Iglesia de El Ñady. El mensaje se situó en Isaías 43:1. Durante el desarrollo de este mensaje, vemos como Jacob tuvo que reconocer que Dios es el dueño de todo y que nosotros como seres humanos e hijos de Dios, debemos dejar de ser autosuficientes, porque en Dios esta nuestra vida.
Sintiéndose la presencia de Dios en medio de nuestras pastoras, se realiza una oración por la exhortación de la palabra de Dios para que abunde y haga tesoro en el corazón de pastoras y hermanas presentes, la que luego se confirma con las alabanzas entonadas por el coro de Pastoras “El Alfarero”.
Dentro de todo lo que se ha llevado a cabo, se dio lectura a un informe sobre el trabajo que se realiza en iglesias que se encuentran en Bolivia y que gracias a la misericordia y ayuda del Señor, han avanzado para la gloria de él.
También, se otorga una oportunidad a la pastora Elissette Torres, perteneciente a la iglesia de Tomé quien comparte con las pastoras presentes un mensaje que el Señor le entregó en su corazón, en 1° de Crónicas 4:10, exhortándose en el que muchas veces creemos en nuestras propias capacidades mas no dejamos que Dios obre en nuestras vidas. Como la Oración de Jabes, quien halló en la oración el poder de Dios, nuestra pastora invita a entonar el coro “El poder del cristiano”, momento en el cual el espíritu de Dios se hizo sentir fuertemente en medio de las pastoras.
“Ahora, así dice Jehová, creador tuyo, oh Jacob, y formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”
Isaías 43:1