La celebración de nuestros 110 años de Bendición en la comuna de Llay Llay, tuvo como sede la 2° Iglesia Unida Metodista Pentecostal, dirigida por nuestro amado Pastor René Tapia. Esta celebración fue un hermoso tiempo de hermandad entre las iglesias presentes y la consigna principal fue agradecer a nuestro Buen Señor, por el momento Glorioso que originó el movimiento Pentecostal en nuestro país, y que hasta nuestros días, continúa bendiciendo nuestras Iglesias por medio de su Espíritu Santo.
Había llegado el momento y todos los preparativos, el trabajo de las comisiones que con gran gozo se dispusieron en cada una de las áreas ahora debía ser puesto en práctica; es así como desde las 10 de la mañana nuestro Coro UNIPECH empezó a bendecir el nombre del Señor mediante alabanzas. Las expresiones de alegría y las ¡Glorias a Dios! no se hicieron esperar, de esta forma, a las 11 de la mañana se comenzó el hermoso servicio, coordinado por el Pastor Richard Tapia de la Iglesia Unida Metodista Pentecostal Emanuel, luego el Pastor Samuel Castillo de la C. Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, llevó a cabo la primera oración, rogándole a Dios su dirección y que su presencia nos acompañara moviéndose en medio nuestro, luego el Pastor René Tapia, como anfitrión, da la bienvenida a todos los presentes e invitó a la congregación a disfrutar de la mayor libertad para adorar con todo nuestro corazón a Cristo.
La lectura del Salmo 133 estuvo a cargo del Hno. Samuel Carrasco, Oficial Diácono de la Primera Iglesia Unida Metodista Pentecostal de Llay Llay, dirigida por nuestro Pastor Pedro Villarroel, quien no pudo estar presente por razones de salud y por quien oramos para que el Señor de una pronta recuperación.
El hermano Felipe Fuenzalida Oficial Diácono de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile fue el encargado de leer la reseña histórica “El Pentecostalismo en Chile: 110 años de Bendición”, finalizando la misma con un grito característico de nuestras iglesias pentecostales “¿Quién vive? ¡Cristo! respondió toda la congregación…¿A su Nombre? ¡Gloria! fue la respuesta potente, ¿Y a Su Iglesia? ¡¡Victoria!! Fue el grito final de un pueblo que reconoce a quienes forjaron la Historia de nuestras Iglesias, pero que entiende claramente que si hoy podemos celebrar estos 110 años de bendición, es porque nuestro Amado Señor Jesucristo, está con su Iglesia.
En la ocasión, se reconoció la gran labor ministerial del Siervo del Señor que por más de 40 años ha realiza esta hermosa tarea en la Ciudad de Llay Llay, el Pastor Ananías Fuenzalida Guzmán, de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. Fue un especial momento donde también se entregaron reconocimientos a los pastores que componen la Unidad de Iglesias Pentecostales de Chile en Llay Llay, por la abnegada labor ministerial que desempeñan.
La palabra de Dios estuvo a cargo del Pastor Sergio Flores Barrera, de la Iglesia Pentecostal de Chile, en el libro de Josué c.6: v.1-5, versículos 10 y 20
“Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.” Un mensaje lleno del poder del Señor.
Sin duda, el mayor de los éxitos en esta reunión de Iglesias Pentecostales de Chile en la ciudad de Llay-Llay, estuvo presente en la bendición que Dios derramó sobre nosotros a través de su Santo Espíritu, moviéndose de forma hermosa en nuestras vidas.
Una importante participación tuvo el Coro UNIPECH, conformado por las diferentes iglesias participantes quienes por medio de hermosas alabanzas al Señor fueron una sola voz. Bajo la dirección de nuestro hermano Jorge Quiroz V., de la C. Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, pudimos adorar al Rey de Reyes y Señor de Señores, a quien pertenece todo Honra y Alabanza!
En una reunión de gran unidad, que tuvo como único propósito agradecer a nuestro Buen Señor por estos 110 años de bendición, vivimos un tiempo de gran gozo, que nos deja muchos más expectantes de la Gloria que viviremos cuando estemos en Su presencia.
Que Dios siga bendiciendo a la UNION DE IGLESIAS PENTECOSTALES DE CHILE.
Matías Saldivar / Comunicaciones UNIPECH LlayLlay