Significado y origen de su nombre: Joel de origen hebreo significa “Jehová es Dios”.
Procedencia y Origen familiar: Según relata el Libro bíblico que tiene su nombre, Joel fue hijo de Petuel (1:1).
Se cree que procedía del reino de Judá o reino del sur ya que su prédica se desarrolló en Judá y Jerusalén por sus referencias a dichos lugares, al Templo y al culto.
La Biblia no aporta más antecedentes personales acerca de este profeta.
Vida y obra de Joel: Joel es considerado uno de los profetas bíblicos menores. Todo lo que se describe de su ministerio profético se puede ver en el Libro que tiene su nombre.
Pese a que se considera un profeta menor, porque lo caracteriza lo breve de sus profecías, sin embargo sus escritos divinos son altamente significativos y quizás van más allá de su propia comprensión total.
Las profecías de Joel se refirieron a 4 temas principales:
- La terrible devastación producida por la plaga de langostas
- La fructificación después del arrepentimiento de Israel
- El derramamiento del Espíritu
- El juicio final sobre las naciones
1. Joel profetizó de una época de grandes conmociones para toda la tierra de Judá. Una enorme plaga de langostas había consumido completamente la vegetación de los campos, por lo que no había pasto para las ovejas y el ganado, ni tampoco había follaje en los árboles. En un breve lapso de tiempo, lo que antes había sido la tierra verde y floreciente se había convertido en desolación y destrucción.
En la descripción que hace Joel, la plaga de langostas era la mayor que se había visto hasta entonces. Todas las cosechas se habían perdido, incluso la semilla que se había sembrado para la próxima cosecha. Había hambre y sequía en todo el país. Todos morían, gente y animales. Para Joel, esto no significaba más, que el juicio de Dios.
Joel compara, por inspiración divina, tan terrible plaga de langostas con el tiempo venidero de la tribulación.
2. Por esto mismo Joel exhorta y hace un llamado a volverse a Dios de todo corazón (2:12). En la hora del horror todavía no es demasiado tarde para el arrepentimiento, con mortificación de la carne. El desgarramiento de las vestiduras podía ser un acto hipócrita, ya que el verdadero arrepentimiento es el que se produce en el corazón. Joel hace un llamado a la adoración especial en el templo (2:15-17). Esto comprendía a los sacerdotes y al pueblo, y con una mención específica a los que maman, a los ancianos, y a los recién casados, que normalmente gozaban de excepciones en cuanto a los deberes públicos.
La devastación que producen las langostas será sobrepasada por la abundancia que dará el Señor después del arrepentimiento (2:18-25).
3. Joel es también conocido como el profeta de Pentecostés, porque sus palabras acerca del Espíritu Santo fueran citadas tiempo después por el apóstol Pedro en el día de Pentecostés. Joel extiende su vista cientos de años adelante, hasta el día en que Dios derramara su Espíritu Santo “sobre toda carne” (2:28). Esto constituirá el preludio de la devastación y el juicio del Día del Señor, éste será un tiempo cuando todos los creyentes experimentarán la presencia del Espíritu de Dios, formarán una comunidad profética sobre la tierra; donde profetizarán por igual los jóvenes y los ancianos, los hombres y las mujeres. La salvación no será la única bendición que recibirá Judá. Será un tiempo cuando “todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” (2:32).
Joel profetiza la inauguración de la edad de la Iglesia: éste será un tiempo donde todo el mundo podrá invocar el nombre del Señor en todo lugar, y ser salvos de sus pecados y poder entrar a formar parte del reino de Dios. Por medio del Espíritu Santo, la Iglesia será el cuerpo de Cristo sobre la tierra. El propósito redentor de Dios se extenderá de esta manera a todo el mundo, a través de los creyentes cuyas vidas sean llenas del Espíritu Santo.
4. Lo que ve Joel a futuro, es cuando Dios traiga juicios sobre sus enemigos y los enemigos de Israel, cuando todas las naciones tengan que rendir cuentas de sus actos. Joel en su profecía, veía venir un día en que fluiría la abundancia del trono del Señor en Sion. Todo esto sería posible a través del Mesías. Es Jesús quien cerrará este período de la historia, derrotando a sus enemigos, recompensando a la Iglesia y estableciendo definitivamente su reino de justicia.
Equipo Temas Bíblicos