Teólogo, ministro y misionero para los nativos norteamericanos. Su aporte fue decisivo en lo que se denominó el Gran despertar de Estados Unidos.
Nació en 1703. Fue un niño precoz. Antes de cumplir los trece años ya tenía un buen dominio del latín, griego y hebreo, y escribía ensayos filosóficos y científicos.
Por citar solo un ejemplo, el Dr. Cook, autor de una monografía sobre las arañas de América y el tejido de sus telas, se dio cuenta de que ciento cincuenta años antes él Edwards había descrito los procesos de tejido que él pensaba haber descubierto. Uno de los estudiosos de la vida de Edwards ha dicho que si éste hubiese dedicado su vida a las ciencias naturales, “en un campo donde él de una vez hubiera dispuesto de los descubrimientos de otros, y con los instrumentos necesarios, se hubiera encontrado con un éxito no común al extender la frontera del conocimiento humano en los campos más importantes e interesantes de la ciencia de la física”. Alguien más ha opinado que, “si él se hubiera dedicado a la ciencia física, podría haber agregado otro Newton a la extraordinaria época en que comenzó su carrera”.
Edwards entró a la Universidad de Yale a la edad de trece años (1716). Edwards, inició su ministerio en 1722, ocupando un primer y breve pastorado en una iglesia congregacional en la Ciudad de Nueva York. Poco después fue nombrado tutor en Yale. En 1724, fue llamado a ser co-pastor en la prestigiada iglesia congregacional de Northhampton (Massachusetts) donde su abuelo, Salomón Stoddard, era el pastor desde 1669. Dos años después, a la muerte de Stoddard en 1729, Edwards asumió la posición de pastor único.
Durante los años de 1734 a 1735, y luego de 1740 a 1742, Dios usó poderosamente la predicación de Edwards para traer un gran avivamiento de conversión a muchos que aún siendo miembros de la iglesia no eran realmente cristianos. No obstante, debido a su férrea oposición al liberalismo de su abuelo Stoddard, Edwards comenzó a tener problemas con su congregación en 1743, pues ésta se resistía a corregir sus desviaciones. Finalmente su iglesia tomó la decisión de despedirlo en 1750.
Edwards pasó los últimos años de su vida en Stockbridge, Massachusetts, en donde ministraba a 200 familias de indios americanos. Allí escribió sus grandes tratados sobre La libertad de la voluntad y El pecado original. En 1757, fue nombrado tercer presidente de Princeton College (seminario presbiteriano que habría de convertirse en la Universidad de Princeton), pero murió al poco tiempo de una reacción adversa a la vacuna del sarampión.
Fuente: Alejandro Moreno Morrison