En medio de una realidad tan cruel en China, existen historias de vida. Un bebé sana de tumor en la boca luego que sus padres adoptivos clamaran a Dios por ayuda.
China, el país más poblado del mundo, enfrenta una crisis de bebés abandonados a causa de una discapacidad física. Durante 7 años, Fu Chun Zhi y Xiao Li, trataron de tener un hijo. En 2011, decidieron adoptar un bebé abandonado. La pareja cristiana se emocionó cuando encontraron al niño perfecto en un orfanato. “Estábamos felices. ¡Habíamos esperado tanto este día!”, dice Fu Chun Zhi, padre de niño adoptivo.
En medio de su alegría, recibieron noticias decepcionantes: el bebé que esperaban que fuera perfecto y maravilloso había nacido con un pequeño tumor en su boca y no podía comer ni beber. “No sabíamos qué hacer. Queríamos quedarnos con el bebé, pero la cirugía costaba mucho dinero. Nuestro corazón estaba roto. Perdimos la esperanza y dirección”, comenta Fu Chun Zhi.
“Estos miembros de la iglesia pasaban un momento difícil. No pidieron nada, excepto oración y guía. Entonces, invité a todos los cristianos a orar por un milagro”, indica Kate Gu, líder cristiana. Al otro lado del mundo, compartieron la situación de la pareja y se unieron en oración. Día y noche sus padres clamaban por el niño, por un milagro, sabiendo que para Dios nada es imposible.
La pareja se mantuvo fiel, creían que Dios respondería a sus oraciones. Increíblemente, un día, Zhi y Xiao Li vieron al bebé escupir algo de su boca. Al acercarse, vieron que era el tumor que había estado atascado desde su nacimiento, por lo que la pareja empezó a llorar. “¡Es un milagro! ¡Sólo Jesús podía hacer algo tan extraordinario! Cuando los cristianos nos unimos y oramos, ¡se mueven montañas!”, comenta Fu Chun Zhi.
Dios no solo le dio un hogar a un bebé abandonado, sino que realizó un milagro transformador para toda una familia en China.
Fuente: cbn