Nos estamos acercando al término del primer semestre, el cansancio se hace notar. Las actividades extras a lo educativo se incrementan, (aniversarios, día del niño, de la tierra, etc), recargan nuestro quehacer diario, pero la meta está cerca, el primer semestre ya está por terminar, vendrá un respiro, vacaciones, para luego continuar nuevamente con los estudios hasta el final del año.
Nuestra vida cristiana es similar, en la medida que vamos avanzando, las hermosas tareas en la obra del Señor también nos agotan, pero siempre está aquel que nos fortalece (Filipenses 4:13) nuestro buen Señor, que ve nuestra labor y nuestro agotamiento y viene, y renueva nuestras fuerzas para continuar hasta el final de la jornada. Así como en el ámbito educativo, en un segundo semestre los alumnos tendrán la posibilidad de mejorar si no les está yendo bien, nosotros también en el Señor y con el Señor, siempre tendremos la posibilidad de superar nuestras deficiencias para lograr los propósitos que Dios tiene con nosotros y para nosotros (Efesios 2:10). Tan sólo debemos prestar mucha atención a sus enseñanzas y a todo lo que nos aconseja, para así poder llegar con regocijo a nuestra tan anhelada meta, la vida eterna, y en el plano escolar y a corto plazo, vacaciones.