Durante estos días hemos sido testigos de los efectos del incendio forestal que afectó la localidad de Santa Olga perteneciente a la comuna de Constitución, lugar que administran nuestros pastores Marcelo Muñoz y Verónica Fuentes.
En medio de la desolación y el pesar por haberlo perdido todo, nos damos cuenta que la fe de nuestros pastores y hermanos es tan grande que sus fuerzas se renuevan día a día, aún en medio de la adversidad, aún en medio de la tristeza, conservan su esperanza en nuestro Dios todopoderoso, pero aún más conservan su humildad y su amor por la obra de Dios.
Los testimonios del día en que sucedió toda esta catástrofe son impresionantes y a la vez desgarradores. Un ejemplo de ello fue lo relatado por nuestro hermano José Alarcón Zapata, Capitán del Cuerpo de Bomberos de Santa Olga e integrante de nuestra Iglesia quien nos comentaba que ellos fueron los últimos en abandonar la localidad, cuando el fuego incesante rodeaba bosques e inmuebles. Asimismo, nuestro hermano compartía el testimonio de la pérdida del funcionario de bomberos Hernán Avilés, quien era parte de la cuadrilla que él dirigía.
Un inmenso pesar, una gran desolación, pero ante todo fe y confianza en Dios. ¡Nos levantaremos!